ZONA DE SAN TELMO

La zona de “San Telmo” es la más antigua del complejo y ocupa la parte occidental del mismo con una superficie de 5.000 m2. Su construcción data de finales de los años 50, y encontramos en ella tres piscinas y un jacuzzi, que distan bastante de su concepción original, siendo la zona que más ha variado con el paso del tiempo.

Esto se debe a que la construcción original no fue concebida por César Manrique, sino que pertenecía a un proyecto anterior al que el Ayuntamiento de Puerto de la Cruz había otorgado una concesión privada, conocida como “Lido de San Telmo”. 

Quizá la mejor manera de percatarnos de estas diferencias sea observando algunas fotos antiguas, en las que aparecen visitantes tan ilustres como Los Beatles: Paul McCartney, Ringo Starr y George Harrison, que pasaron en 1963 unos días de vacaciones en Tenerife. Acababan de lanzar su primer álbum, pero aún eran unos desconocidos para el público. Sus fotos posando junto a las piscinas de “San Telmo” son, quizá, su último recuerdo de unas vacaciones tranquilas antes de alcanzar la fama mundial. En esas fotos podemos ver que las piscinas originales contaban con un corte poligonal, destacando la piscina central en la que encontramos una pequeña plataforma con forma de la isla de Tenerife que aún se conserva.

En el año 1975 terminó la concesión privada y el Ayuntamiento rescató las instalaciones de “San Telmo”, encargando al equipo de Manrique que las anexionaran al resto del complejo. Se trató entonces de dar una línea estética similar a la que el artista ya había proyectado en la zona colindante, siguiendo como ejemplo la cercana “Ermita de San Telmo”, de la que hereda sus muros blancos, su empalizada de madera, las garitas y el pavimento de callados. Se añadió además la señalética de vivo color rojo, con influencias del arte pop; los toldos a rayas azules y blancas; las pérgolas de madera; y otros objetos elaborados de manera artesanal como bases de sombrillas, papeleras y ceniceros. Aparte, un enorme solarium escalonado fue eliminado, y en su lugar encontramos hoy en día un restaurante-terraza self service. 

No fue sin embargo hasta ya entrado el S. XXI, durante las reformas realizadas por el Cabildo de Tenerife, que se modificó la forma de las piscinas dándoles bordes más suaves y redondeados, similares a los de sus vecinas de “Los Alisios” y el “Lago Martiánez”. Uno de los pocos elementos originales que se conservan es la pequeña plataforma con forma de isla de Tenerife de la piscina central y fue además en este último proyecto de reformas donde se añadió el jacuzzi.

Hoy en día la ausencia de monumentos destacables en el área es quizás el mayor indicador de que en la obra, inicialmente proyectada por un equipo técnico distinto al de César Manrique, no se contemplaba una concepción artística, sino meramente funcional y estética.

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